¿Existen estos seres?(Editado)
¿Existen estos seres?
Ovnis
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Pero eso no nos interesa en este caso y emplearemos el término como la mayoría lo hace, para definir las supuestas naves extraterrestres.
Existen los extraterrestres?
Es lo mismo que con los fantasmas. La gente tiende a inventar miedos y fantasías en lugares que no los tienen, así muchas historias se convierten en mitos y luego en leyendas, hasta que, al pasar el tiempo, la gente no sabe donde estaba la realidad y donde comenzó la fantasía.
Lo verdadermanete importante es que el cosmos es infinitamente vasto y capaz de tener vida en cualquier punto de él, incluso en un mismo sistema solar de otra galaxia o de la nuestra misma, puede haber más de un planeta habitado por seres inteligente, incluso más inteligentes que nosotros.
Si ellos nos están visitando o no, es otro punto que debe ser analizado de forma imparcial sin tendencias a la creencia absoluta o a la negación total.
Duendes
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La palabra duende deriva del vocablo árabe duar, que significa “el que habita”.
Existen innumerables relatos en todo el mundo que describen a los Duendes de las formas más diversas. Se ha llegado a la conclusión de que los Duendes pueden adoptar cualquier forma e, incluso, hacerse invisibles, aunque en general, se acepta que los Duendes son criaturas pequeñas como los niños.
Por lo común, suelen ser muy nobles y serviciales, pero, también, hay algunos que pueden ser bastantes maliciosos. A los Duendes les encanta danzar en verano bajo la luz de la Luna y se dice que, en invierno, bailan junto a las casas mientras la gente duerme.
Los Duendes también son muy juguetones, sumamente inquietos, siempre y cuando no estén enojados. Se divierten jugando con las flores, siguiendo las mariposas y sacando a los gusanos de la tierra.
La mayoría de Duendes habitan en los bosques, los montes y, si encuentran un escondrijo adonde no los molesten, pueden alojarse en el jardín o en un rincón de una casa.
Elija una noche de luna llena y ubique hacia el Noreste de su casa los siguientes elementos.
Una pequeña estatuilla que los represente. La tradición de poner a Duendes o enanitos en el jardín con carretillas, cuencos, etc. tienen este origen.
Ponga, en una ventana que de al Noreste, cintas finas de color rojo, azul, verde, amarillo, blanco, violeta y anaranjado. Ponga 3 cascabeles en cada cinta.
Coloque, bajo la ventana, una cesta o copa con una variedad de semillas y de granos.
Encienda, luego, una vela marrón o amarilla y un sahumerio de sándalo y diga: “Invito a los Duendes a vivir en mi casa para que me ayuden a lograr la prosperidad en el trabajo y buena fortuna”. No olvide cambiar las semillas, siempre deben estar frescas. Invóquelos por lo menos una vez al mes para que se identifiquen con usted.
¿Quiénes son los Duendes?
La palabra duende deriva del vocablo árabe duar, que significa “el que habita”.
Existen innumerables relatos en todo el mundo que describen a los Duendes de las formas más diversas. Se ha llegado a la conclusión de que los Duendes pueden adoptar cualquier forma e, incluso, hacerse invisibles, aunque en general, se acepta que los Duendes son criaturas pequeñas como los niños.
Por lo común, suelen ser muy nobles y serviciales, pero, también, hay algunos que pueden ser bastantes maliciosos. A los Duendes les encanta danzar en verano bajo la luz de la Luna y se dice que, en invierno, bailan junto a las casas mientras la gente duerme.
Los Duendes también son muy juguetones, sumamente inquietos, siempre y cuando no estén enojados. Se divierten jugando con las flores, siguiendo las mariposas y sacando a los gusanos de la tierra.
La mayoría de Duendes habitan en los bosques, los montes y, si encuentran un escondrijo adonde no los molesten, pueden alojarse en el jardín o en un rincón de una casa.
¿esxisten las sirenas?
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Durante una expedición en el los mares de Gouller a 3 horas de Australia, se encontraron rastros de un barco
pesquero que se había incendiado, este barco correspondía a la Compañía Bennette de Brasil. Dicho barco salió
el sábado 16 de Agosto del Puerto de Itajai, Brasil y a tan solo 2 hrs de navegación fue detectado por la marina
Australiana. Es IMPOSIBLE que un barco salga de Itajai, Brasil y a la 2 hrs. este en Australia.
Este es el relato que el periodista Merlon Frougers del periódico Australia Daily News público y a tan solo 2 hrs.
de haber salido el periódico a la venta, curiosamente todas las publicaciones fueron compradas por una compañía
llamada CYRSON la cual es sabido por todo los Americanos que pertenece al Gobierno de los Estados Unidos.
En los escombros se encontraron varios cadáveres de la misma tripulación pero curiosamente se encontró un
cuerpo calcinado que no refiere a ninguno de la tripulación. Estas fotos se sospecha que fueron tomadas en la
Universidad de Columbia donde científicos están examinando tan extraño cuerpo que al parecer pertenece a
la mitología, pero curiosamente en la bitácora del capitán están grabadas las siguientes palabras: "nos han
venido siguiendo desde hace mas de 2 días, solo pocos de nosotros las hemos visto, James Kollen (técnico
abordo) hablo con una de esas cosas y quieren que las sigamos a la tierra que nadie conoce, nos han dado
un mapa que no podemos descifrar, no esta en ningún idioma conocido. Las criaturas son pequeñas, son
hermosas pero al mismo tiempo inspiran desconfianza.
Al final de la grabación se logra escuchar lo siguiente: "capturamos a una, pero creo que fue un error, a
lcanzamos a ver una ola a lo lejos posiblemente es la ola mas grande nunca vista serán como 200 metros
de altura desde nuestro punto de vista, he pedido ayuda pero los radios no sirven, el GPS está alterado,
no sabemos donde estamos, he pedido la inmediata evacuación del Marlin 2, pero no creo que lleguemos lejos.
Estamos rodeados de esas criaturas y a lo lejos podemos ver en la enorme ola como si fuera una persona
la que viene con toda su fuerza, particularmente yo no creo en mitos y leyendas pero estamos aterrados y
la tripulación dice que en esa ola se alcanza a ver una persona es como si la persona saliera de la ola
calculamos que esta a mas de 1000 millas N.
Que Dios nos bendiga y nos perdone por haber capturado a lo que todos hemos llamado Sirena "Merlin 2”
fue encontrado el día Lunes 18 de Agosto por el Capitán Peter Houner con la nave: JKP-SYD el cual no ha
querido dar entrevistas y en la actualidad se encuentra en la base Militar de Janner, Australia donde no ha
podido ser visto desde entonces junto con la tripulación que venia con él. Las fotos tomadas durante el
rescate de los cuerpos fueron de inmediatamente destruidas en su totalidad por 4 personas que se dice
que llegaron en un helicóptero sin matricula, color negro del cual bajaron 2 personas exclusivamente a
llevarse el cuerpo de la sirena y todas las cámaras tanto de video, fotográficas y grabaciones al igual se
llevaron partes del mapa que flotaban sobre la superficie.
Quienes serán estas personas? Por que ocultarlo? se piensa que el mapa llevaba a la Atlántida, en
realidad existió? Es mito o leyenda? o en realidad existieron estas criaturas y en la actualidad quedan
pocas??? Por que el gobierno Americano esta siempre metido en este tipo de descubrimientos?
¿Existen las hadas?
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odos los niños creen en las hadas, quizá sea porque pueden verlas. Pero cuando se hacen amigos suyos y las fotografían, el hecho se convierte en noticia. Eso fue lo que afirmaron haber conseguido dos niñas inglesas, tan traviesas como románticas, hacia 1918. Un verdadero cuento de hadas.
Unos días antes del final de la primera guerra mundial, Francés Griffith, una niña inglesa de once años, escribía a su amiga Johanna, que estaba en Sudáfrica, donde ella misma había vivido, mucho tiempo:
Querida Jo: Espero que estés bien. Ya te escribí una carta pero debe haberse perdido. ¿Juegas con Elsie y Nora Biddles? Ahora en la escuela aprendo francés, geometría, cocina y álgebra.
La semana pasada papá volvió a casa; estaba en Francia desde hacía diez meses. Aquí todo el mundo piensa que la guerra terminará pronto. Vamos a colgar banderas en la ventana de mi cuarto.
Te envío dos fotografías mías. La primera la tomó el tío Arthur: estoy en bañador en el patio, detrás de la casa. La otra, en la que se me ve con las hadas en el arroyo, la tomó Elsie.
Rosebud sigue gordísima. Le he hecho vestidos nuevos. ¿Cómo están Teddy y Dolly?
Ésta no seria más que una carta banal de una colegiala a una amiguita si no contuviera esa alusión, cuanto menos insólita y asombrosa, a la fotografía de las hadas...
Como ellas mismas observarían más tarde (¡ahora son abuelas!), las dos niñas en realidad no se sorprendían al ver o fotografiar hadas: éstas formaban parte del mundo de su infancia y les parecía muy natural que habitaran en ese rincón de la campiña inglesa, alrededor del arroyo que corre en el fondo del gran jardín de Cottingley, cerca de Bradford (Yorkshire).
En el dorso de la fotografía Francés garabateó algunas palabras:
Las hadas del arroyo se han hecho amigas de Elsie y de mi. Es raro que nunca las haya visto en África. Allá debe de hacer demasiado calor para ellas...
La historia de esta foto, que llegó a ser popular, hizo correr ríos de tinta. Sin embargo, el fondo es más bien anodino: una tarde de julio de 1918, Elsie y su prima Francés pidieron prestada la cámara fotográfica del padre de Elsie, una Midg de placas. Querían tomar unas fotos para enviarlas a una de sus primas. La jornada transcurrió sin incidentes, salvo la imprudencia de Francés que se cayó en el arroyo y se mojó la ropa.
Por la noche el señor Arthur Wright, padre de Elsie, se entretuvo revelando la placa. Se sorprendió mucho cuando vio aparecer unas curiosas formas blancas en el clisé. Elsie afirmó que eran "hadas". Él se rió y pensó en pájaros o en papeles llevados por el viento.
Elsie (izq.) y Frances(der.), las dos niñas que fotografiaron hadas en el fondo de su gran jardín.
Durante el mes de agosto fue Francés -quien manejó la cámara: tomó una fotografía de su prima a la orilla del arroyo en la que aparece un duende. Como era previsible en una foto tomada por una niña de once años, la foto es borrosa y está subexpuesta. El padre de las niñas reveló una vez más la placa y vio con asombro que volvían a aparecer las formas blancuzcas. Persuadido de que las niñas querían burlarse de él, les prohibió volver a usar la cámara.
Pero Arthur Wright y su esposa, Polly, estaban intrigados: revisaban la habitación de Elsie. y Francés buscando rastros de recortes de libros de cuentos. Recorrían también las orillas del arroyo, tras las pruebas de la presunta maquinación, pero no encontraron nada.
Cuando se les preguntó acerca de los detalles de su historia, Elsie y Francés la mantuvieron totalmente: vieron unas hadas y las fotografiaron. ¿Existe algo más normal para unas niñas? Durante algún tiempo, los miembros de la familia admiraron las fotografías y las enseñaron a sus amigos. Todo el mundo se maravillaba, pero finalmente olvidaba el asunto de las hadas.
El verano siguiente, Polly Wright asistió a una reunión de la Sociedad de Teosofía de Bradford. Le interesaba mucho el ocultismo, así como los diferentes tipos de ectoplasmas. Aquella noche el tema de discusión era "la vida de las hadas". Durante la velada, Polly Wright contó a algunas personas que su hija y su sobrina habían fotografiado unas criaturas muy curiosas, y pronto se propagó la noticia. En el Congreso de teósofos que se celebró poco después, dos copias de las fotos de "hadas" circularon ya entre los miembros de aquella sociedad esotérica, y llegaron a manos de Edward Gardner, el más conocido de los representantes del movimiento teosófico, quien a su vez las entregó a la prensa. Gardner era una persona un poco maniática y muy puntillosa. Las copias reveladas por Arthur Wright no le parecieron satisfactorias. Encargó a Fred Barlow, fotógrafo experto, nuevos negativos de los originales, "más claros y limpios".
Fue entonces cuando empezó, en realidad, el asunto de las hadas de Cottingley. Cuesta creerlo: el mundo acababa de salir de una guerra mundial y se discutía sobre fotos de hadas. ¡Era asombroso!
Parece que nadie se planteó, en un primer momento, pregunta alguna acerca del tiempo de exposición de las fotos, el contorno de las siluetas de las hadas, los peinados que lucían -tan conformes al gusto de la época- o su indumentaria. No; la única preocupación del teósofo era obtener copias claras.
Al mismo tiempo, sir Arthur Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes, preparaba un artículo sobre las hadas para el Strand Magazine. Con los años, el escritor se había convertido en un apasionado del espiritismo y de los fenómenos paranormales. Cuando oyó hablar de las fotografías intentó obtenerlas a cualquier precio. Al principio desconfiaba, por lo que mostró las copias a sir Oliver Lodge, uno de los pioneros de las investigaciones psíquicas en Gran Bretaña. Este declaró que los clisés estaban amañados y pensaba que se trataba de "bailarinas vestidas de hadas". Otro especialista en ocultismo hizo observar a Conan Doyle que el peinado de las hadas era demasiado parisino para ser auténtico.
Lo que actualmente resulta intrigante es el hecho de que todos estos comentarios se hicieron a partir de las copias, no de las placas originales. Todo el mundo estudió las copias realizadas por el experto de Edward Gardner, no las verdaderas placas impresionadas por las dos niñas. Quizá Conan Doyle y Gardner no consideraban importante remitirse al original, y por esta razón no mencionaron esta posibilidad. Pero también les pudo inducir a hacerlo su interés por la propagación de la doctrina teosófica y espiritista.
Se observó que las figuras estaban movidas; éste era un argumento para quienes creían en la autenticidad de las hadas, que habrían estado "vivas" en el momento de la foto. Para Kodak. En cambio, los clisés habían sido retoca dos por un falsificador muy hábil.
Por supuesto, triunfaron los espiritistas y los teósofos: esas hadas y ese duende constituían la prueba de la existencia de los "espíritus de la naturaleza". Edward Gardner desempeñó un papel semejante al del doctor Watson de Conan Doyle: fue a investigar a casa de los Wright y juzgó honesta y respetable a esta familia.
Elsie y un duende, fotografiado en 1918 por Frances.
Para cerrar la boca a sus detractores, se planteó la posibilidad de tomar nuevas fotografías. En agosto de 1920 prestó a Francés y a Elsie una nueva cámara y una veintena de placas. Sólo así, aseguraba, se conseguiría probar que las hadas existían.
Mientras tanto, Conan Doyle había entregado su artículo al Strand Magazine, prometiendo ilustrarlo con las fotos de la segunda serie. Tampoco para él había duda posible. Incluso realizó un viaje a Australia para llevar allí la buena nueva espiritista y la del descubrimiento de las hadas.
Cuando apareció el artículo del Strand Magazine, en noviembre, se produjo la avalancha. El número, se agotó en unas horas. El hecho provocó innumerables reacciones; se acusó a Conan Doyle de querer "pervertir el espíritu de los niños con semejantes disparates", e incluso alguien afirmó que "inculcar esas ideas absurdas en los niños provocaría a la larga en ellos trastornos nerviosos y desequilibrios mentales". La opinión se dividió entre la admiración ante lo logrado de los trucos, el escepticismo cortés, la burla sarcástica y la ira. Sólo en los ambientes espiritistas y teosóficos se creía firmemente en la existencia de las hadas.
En 1921 Francés y Elsie comenzaron de nuevo a tomar fotografías de sus amigas, las hadas. Edward Gardner les había prestado dos cámaras y algunas placas, con marcas secretas que impedían cualquier truco o sustitución. Les habían explicado su funcionamiento, impartiéndoles un verdadero cursillo de técnica fotográfica sobre tiempo de exposición y profundidad de campo. Y allí quedaron las dos niñas, acechando a las hadas. Edward Gardner regresó a Londres. Durante unos quince días llovió sin parar, por lo que resultó imposible ir a jugar cerca del arroyo. Después, el tiempo mejoró y hacia el 19 de agosto la caza de hadas volvió a empezar. ¿Qué iban a fotografiar las dos niñas? Las hadas, ¿tendrán el mismo aspecto que en las bonitas ilustraciones de los libros infantiles? Aquella vez, todo el mundo aguardaba con impaciencia.
Zombies
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Debemos a David Chalmers la idea o mejor el planteamiento del dilema filosófico que conocemos con el nombre de “dilema del zombie”, un experimento mental que ideó para iluminar si la consciencia es algo autonómo de lo material o por el contrario si era algo inevitablemente vinculado a la materia.
En este post podemos ver el planteamiento de Chalmers y al mismo tiempo una refutación de esta idea que por cierto es uno de los experimentos mentales más refutados de todos los que conozco siendo como es sólo un planteamiento teórico relacionado con el desarrollo de la inteligencia artificial. En síntesis el dilema que plantea Chalmers es éste:
1. Podemos imaginarnos un mundo con seres como nosotros, que hagan lo que nosotros, pero que no sean conscientes: los zombies (o autómatas).
2. La física no podría dar cuenta de la diferencia.
3. Por tanto, la consciencia es una propiedad fundamental y ontológicamente autónoma.
Significa que aunque ese tipo de seres son en principio imposibles lo cierto es que es posible imaginarlos, se trataria de que usted pudiera pensar en un doble de usted mismo aunque carente de subjetividad, una especie de robot duplicante que seria en todo caso indistingible de usted mismo.
Lo que nos lleva de cabeza a la cuestión principal: la consciencia es algo que sucede en primera persona, de forma inmediata, tal y como comenté en otro lugar, una experiencia cercana a lo que entendemos como mismidad:
Me experimento a mi mismo como el origen de mis experiencias. Esta forma de acceso a mí mismo es una forma primitiva de egocentrismo que es preverbal y prereflexiva, se trata de una experiencia inmediata en tanto que resulta una evidencia que no se da a manera de inferencia o criterio, no es un pensamiento, ni una emoción ni una cognición, es una experiencia de contacto primordial con uno mismo o autoafecto.
Lo que significa que la consciencia de sí , la mismidad -la experiencia de que somos y tenemos un cuerpo al mismo tiempo- es una experiencia primaria, directa, que no tiene que ver con el aprendizaje y que representa el bordado o enlaces entre nuestro cuerpo y nuestro Yo, los puentes que unen mente y cuerpo, a esa experiencia le llamamos mismidad y se supone que es innata aunque plástica y versátil, todos podemos dar cuenta de ella y estar seguros al mismo tiempo de que aunque el otro es inaccesible intuimos que tiene tambien una consciencia parecida a la nuestra , a este fenómeno le llamamos teoria de la mente (ToM).
¿Es posible imaginar que alguien careciera de mismidad o que tuviera fallos, interrupciones en la conectividad entre la mente y el cerebro? ¿Que le sucederia a una persona asi?
Es posible imaginarnos a ese alguien y más abajo daré algunos ejemplos reales, pero asi y todo esa persona no careceria en absoluto de consciencia, se trataría en todo caso de una consciencia descarnada, desconectada, distinta pero no ausente..
¿Es posible imaginarse a un autómata, a alguien programado para comportarse de manera similar a nosotros y que obedeciera a un programa instalado en él para hacer, decir o actuar como un ser humano pero que careciera al mismo tiempo de una subjetividad propia?. ¿Es posible imaginar un robot, un zombie o un autómata de esa guisa?
Hace cierto tiempo reflexioné sobre esta cuestión en un post que llamé “Robots enamorados” a propósito de un libro escrito por David Levy y donde me pronuncié sobre el éxito de los robots sexuales, que podrían ser programados de acuerdo con las necesidades o preferencias del cliente. Estoy seguro de que la profecía de Levy será realidad, otra cosa es si esos robots siliconados serán capaces de sentimientos genuinos, es decir si serán capaces de subjetividad propia.
Antes de responder con un no rotundo a esta cuestión, me gustaria abordar qué significa la palabra “genuino”, ¿como saber lo que es verdadero de una simulación? ¿Como saber si las personas que nos quieren nos quieren en realidad?.
Para amar y tener la experiencia de que somos realmente amados de forma genuina es necesario tener una experiencia de mismidad. El que tiene intacta esa experiencia sabe cuando el otro -que tambien tiene su proxima mismidad- nos ama.
¿Cómo lo sabemos?
Lo sabemos porque hemos renunciado a la hiperreflexión computacional y lo hemos hecho porque hemos aprendido a manejarnos en un horizonte de probabilidades donde la certeza suficiente -después de múltiples pruebas y demostraciones de amor- se situa en torno al 60% de probabilidad, no pretendemos ir más allá.
Nótese que la certeza se situa muy próxima a la incertidumbre absoluta (el 50%)
Puesto que la consciencia humana no es una sumatoria de cómputos sino que posee un plus, un algo más que llamamos comprensión o autoconciencia -hechos discontinuos no computables- , somos capaces de, con este añadido, obetener una prótesis de certeza adicional, lo que nos aporta la suficiente verosimilitud para dar algo por seguro.
En el caso anterior podríamos hablar de robots sexuales pero no robots enamorados, la ventaja de estas máquinas sobre los humanos es que estos robots carecerian de ambivalencia -y por tanto de conflictos- al carecer de libertad.
Hay que entender ahora que para amar hace falta libertad, es decir un sistema que sea capaz de moverse y tomar decisiones en un entorno de incertidumbre y no en la necesidad de la programación. Significa que un robot podria ser programado para amar a su dueño pero eso no podría ser considerado amor pues el robot carecería de libertad para elegir y estaría obligado a amar a cualquiera que se pusiera a tiro con tal de darle un click.
Incertidumbre significa un 50% de probabilidades entre el si y el no, la máxima libertad del sistema, ningun robot podria funcionar de ese modo pues pronto o tarde introduciria su “subjetividad” para tomarse la revancha como sucede en las peliculas de ciencia-ficción: seria entonces un humano-like.
Hace algunos años tuve un paciente que presentaba dificultades emocionales importantes de tipo obsesivo y que habia ya “quemado” varias parejas siempre atormentado por la siguiente duda ¿como saber si ella me quiere por mí o por mi dinero?
Se trata de una duda obsesiva, es decir de un síntoma cognitivo relacionado con la tendencia de este paciente hacia la hiperreflexión cartesiana, es decir a una sobreinterpretación y sobrevaloración racional de los hechos, mi paciente se comportaba como un robot, es decir como una máquina puramente racional que arruinaba sus sucesivas parejas siempre atormentado por esta duda.
En realidad y si usamos tan sólo la computación clásica (la computacion cognitiva), mi paciente tenía razón: no hay manera de saber si le amaban por su dinero o por sí mismo (ambas cuestiones eran inseparables) y puesto que un simulador seria indistingible de un amante altruista y devocional.
Ciertamente la consciencia humana es incapaz de distinguir entre un amor verdadero y uno bien simulado si trata de hacerlo de forma racional pues quedaria instalado, para averiguarlo, en esa incertidumbre que le enjaula convirtiéndole en un obsesivo.
Todos estamos capturados por la incertidumbre puesto que la subjetividad del otro es inaccesible. La incertidumbre es la esencia de lo humano y es porque existe la incertidumbre que existe libertad.
¿Entonces por qué algunas personas sufren por eso?
En un post anterior que titulé “La dualidad radical de la esquizofrenia” expliqué que la esquizofrenia -al menos sus formas más graves- es la situación patológica más aproximada a la zombificación en humanos que aqui se nos plantea y además de forma espontánea. La esquizofrenia es una enfermedad mental que separa y aniquila las conexiones o enlaces entre la mente y su cerebro e instala al individuo que la padece en una dualidad radical cuerpo-mente. Tal y como decía alli -siguiendo la teoria de Stangellini- ,el esquizofrénico es un ser incorpóreo o una mente desencarnada:
Es precisamente la incorporeidad la que unifica las diversas dimensiones de la experiencia esquizofrénica, el centro de los centros. Hay una incoporeidad del Yo, y una incorporeidad de las relaciones del Yo con el objeto e interpersonales. La persona esquizofrénica se comporta como un cuerpo sin alma o dicho de una manera menos metafisica como si el sujeto sintiera que es un espíritu -una conciencia- adherida a un cuerpo que no es suyo, un cuerpo inanimado, un autómata.
Pues el esquizofrénico carece de sentimiento de mismidad.
La consecuencia de esta falta de contacto corporal inmediato es la experiencia de perdida de presencia, en los casos más leves se siente separado de sí mismo, pero en los casos mas graves existe un hueco, un agujero, un profundo desgarro, una experiencia de vacio nihilista “No hay nada en mi vientre” o “Soy solo un marco”. Un estado que lleva a una mecanización del cuerpo con tal de mantener unidas sus partes que han perdido entre sí sus enlaces.
Naturalmente y aunque la esquizofrenia representa la forma conocida más grave de separación entre la mente y el cuerpo, la dualidad resultante no es privativa de esta enfermedad. El paciente que más arriba cité era un neurótico común y sin embargo presentaba indicios de fallos en esta conectividad cuerpo-mente al menos en cuanto a su comprensión de las pruebas de amor de sus parejas: su duda era el síntoma de esa desconexión.
La mecanización del pensamiento en este sentido puede ser contemplado como un efecto de mantener unida la experiencia sensorial (en los esquizofrénicos) o cognitiva en los obsesivos. El resultado es la asunción de la dualidad como método de trabajo predominante con un exceso de hiperreflexión y de sobreinterpretación junto con una tendencia a la proyección de los contenidos más indeseables -subproducto de la dualidad-, algo que daria lugar a los fenómenos elementales de la esquizofrenia y a los excesos de racionalidad y control en los obsesivos.
De manera que creo que sí existen los zombies y que habitan entre nosotros, no tanto los que Chalmers imaginó sino esos otros que identifican las palabras con cosas, las metáforas como realidades fácticas y que no usan más que las prestaciones del raciocinio o de la hiperreflexión (pensamiento operativo) para entender el mundo, algo imposible porque la mente por sí sola, a través de procesos computacionales es incapaz de entender la realidad, al menos esa realidad tan compleja que hemos tejido los humanos para relacionarnos entre nosotros.
Fantasmas
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Algunos investigadores del tema, más de acuerdo con la época, han manifestado que los fantasmas son producto del subconsciente y que sólo los ven con la imaginación ciertas personas. Pero, si esto fuera cierto, ¿qué explicación podría darse a tantos casos increíbles?.
¿Regresan Las Almas De Los Difuntos?
Supuesta fotografía del espíritu del músico Giuseppe Verdi. Fue tomada en la casa del músico accidentalmente cuando hacían un reportaje sobre el mismi.
¿Cómo explicar la presencia de un espíritu, que viene a informar acerca de algo que el testigo desconocía, es decir, que no estaba contenido en su subconsciente? Los antiguos tenían en gran respeto a estas apariciones y es por esta razón que han llegado hasta nosotros tantos testimonios valiosos.
Uno de los episodios con espíritus más antiguo es el que vivió el poeta griego Simónides (556-467 a.C.). Iba a emprender un viaje por mar. Daba la víspera un paseo por la playa cuando encontró un cadáver abandonado en la playa. Abrió un hoyo y le dio sepultura. Aquella misma noche se presentó ante él el alma del difunto y le aconsejó no embarcar. El poeta siguió el consejo y salvó la vida, puesto que el barco naufragó y murió hasta el último pasajero.
Otro caso extraño es el de Cicerón cuatro siglos más tarde. Decía que dos viajeros procedentes de Arcadia llegaron a Megara para pasar la noche. Uno encontró alojamiento en casa de un amigo, mientras el otro se acomodaba en una posada.
El primero acababa de cenar cuando le pareció ver la figura de su compañero pidiendo ayuda. Decía que el posadero iba a asesinarlo. Una hora más tarde regresó la figura, pero esta vez para decir que era ya muerto y que el posadero se había quedado con su bolsa. Su cuerpo estaba oculto en una carreta, bajo una capa de estiercol. Debía aclarar la verdad, porque el posadero tenía la intención de llevar el cuerpo lejos de la ciudad para enterrarlo. El hombre escéptico fue a ver, finalmente, al posadero. Lo encontró en la carreta, dispuesto a irse. Le gritó que quería ver el cuerpo que había escondido en la carreta. El posadero huyó al verse descubierto.
Otra historia de aparecidos que hizo las delicias de los romanos que vivieron en el siglo I de nuestra era sería dada a conocer por Plinio el Joven (32-113). El filósofo Atenágoras compró una casa que, según se decía, estaba embrujada. Le pareció que la vendían a muy buen precio y se fue a vivir en ella. No tardó en conocer a su habitante nocturno. Mientras trabajaba una noche a la luz de una vela escuchó ruido de cadenas que se aproximaban al cuarto donde se encontraba. Abandonó el filósofo la tarea para ver quién lo interrumpía y descubrió a un anciano en harapos, con expresión de loco, quien le hizo un gesto para que lo siguiese. Tuvo que insistir el aparecido varias veces antes de que Atenágoras lo acompañase hasta un patio interior, donde se desvaneció en el aire.
La mañana siguiente contrató el filósofo a un hombre para que abriese un hoyo en aquel lugar. Apareció un esqueleto cubierto de cadenas. Las autoridades llegaron a la casa y, después de opinar que se trataba del anterior dueño de la casa, quien había desaparecido años antes, se llevaron los huesos para darles sepultura. El fantasma dejó de visitar al filósofo. Este pudo terminar su libro.
Historias Sucedidas No Hace Tanto Tiempo
Atenágoras no tenía por qué saber dónde se encontraban los restos del desconocido, pero en otra visita del más allá sucedida casi trece siglos más tarde, hay dudas de que la historia pudo ser inventada por los hijos de Dante Alighieri, el gran poeta florentino muerto en 1321.
Jacopo y Piero se habían dado cuenta de que faltaban los últimos cantos de la Divina Comedia, los relativos al Paraíso. Pensaron redactar ellos mismos el final de la obra, para publicarla cuanto antes. No tuvieron que recurrir a medidas tan extremas. Tal vez lo escuchó su ilustre progenitor desde el otro mundo, o bien inventaron ambos una hermosa historia, pero el caso es que ocho meses después de muerto, apareció el fantasma del poeta. Iba envuelto en un ropaje blanco y señaló a Jacopo el lugar exacto donde había dejado sus manuscritos, en un escondrijo secreto. Jacopo corrió en busca de Piero Guardini, discípulo de su padre, y hallaron entre los dos lo que tanto habían anhelado. La obra de Dante pudo ser publicada finalmente.
Pocos años más tarde sucedería el episodio de Petrarca (1304-1374), el gran poeta renacentista famoso por sus amores con Laura. Una noche despertó Petrarca y vio desde la ventana a su amigo el obispo de Lombes, paseando por el jardín. Dijo monseñor que venía de Gascuña y que se dirigía a Roma. El poeta dijo que lo acompañaría en su viaje, pero el obispo negó con una sonrisa. Todavía no le llegaba la hora. No tardaría Petrarca en saber que el obispo falleció la misma noche que lo visitó su espíritu.
La misma Catalina de Médicis que tantos problemas tuvo con su brujo personal, el italiano Ruggieri, se acostó la noche del 23 de diciembre de 1574 rodeada por varios cortesanos, según era costumbre en la corte de Francia. Contemplaban a la reina un rato, mientras caía en brazos de Morfeo y se retiraban en seguida de la alcoba. Estaban aquella noche en torno a Catalina el rey de Navarra, el arzobispo de Lyon y los señores de Retz, Sauve y Lignerolles. De pronto, la reina declaró que acababa de aparecer ante ella la figura del cardenal de Lorena, tendiéndole una mano. Catalina envió un emisario a casa del cardenal. Pocos minutos más tarde se enteraban, quienes no habían abandonado la alcoba, que el santo varón acababa de entregar a Dios su espíritu.
Monseñor Luis de Sales se encontraba el 28 de diciembre de 1622 en el castillo de Thuille, rodeado por sus familiares, cuando sonó con fuerza la campanilla de la puerta. El sirviente que fue a abrir no encontró a nadie, y apenas había cerrado cuando se repitió el estridente sonido. Monseñor, al enterarse de lo sucedido, ordenó descolgar la campanilla, se hincó y comenzó a rezar por el alma de un amigo difunto. Este amigo difunto resultó ser su propio hermano, quien falleció en la ciudad de Ginebra a la misma hora de los campanillazos.
En 1759 falleció en Francia el matemático Pierre Louis de Maupertuis, miembro de la Academia. Siendo las tres de la tarde, el difunto fue visto por varias personas, en el edificio de la Academia. Estaba sentado, realizando unos cálculos. Cuando uno de los testigos le dirigió la palabra, se desvaneció en el aire.
También el gran naturista sueco Linneo (1707-1778) tuvo ocasión de vivir una experiencia memorable. La noche del 12 de julio de 1765 escuchó unos ruidos cuando se encontraba trabajando en el museo por él creado. Reconoció los pasos de su viejo amigo Karl Clerk. Se levantó y fue en su busca, pero no encontró a nadie. Días más tarde se enteraría de que Clerk había fallecido a la misma hora en que oyó sus pasos vacilantes.
Ejemplos Muy Curiosos Sucedidos El Siglo Pasado
Un caso muy extraño, en el que hubo de por medio un sueño clarividente, tuvo lugar días antes del 7 de septiembre de 1812, cuando el ejército ruso se enfrentó al francés en Borodino. La condesa Tuchkova soñó una noche que se encontraba en una ciudad desconocida y que veía a su padre. Este le decía que el conde su esposo acababa de morir en la batalla de Borondino. La condesa contó el sueño a su esposo quien, a pesar de ser general en el ejército, jamás había oído hablar de ninguna población llamada Borondino. Sin embargo, existía ese lugar, situado a once kilómetros de Moscú, donde se libraría poco después una batalla en la que los rusos llevaron la peor parte. La condesa, que esperaba el resultado de la lucha en una ciudad que desconocía, se encontró con su padre, quien le informó sobre la muerte del conde.
El 17 de marzo de 1863, la baronesa de Boireve ofrecía una cena en su departamento del primer piso de la rue Pasquier número 26. Estaban el general Fleury, ayudante de Napoleón III, monsieur Devienne, primer presidente del tribunal de justicia, monsieur Delevaux, presidente del tribunal del Sena, y otros personajes importantes. Durante la cena se habló de la expedición a México, iniciada el año anterior. La baronesa preguntó al general si tenía noticias de su hijo, el teniente de cazadores Honorato de Boisleve, quien formaba parte del grupo. Al terminar la cena, la baronesa se levantó para dirigirse a la sala donde se serviría el café. Los comensales oyeron un grito. La señora se había desmayado. Al volver en sí contó una historia extraordinaria.
Había visto a su hijo de uniforme, pero sin armas y sin quepis. Su rostro poseía una palidez espectral y en el ojo izquierdo ensangrentado se abría un espantoso orificio. Era tan terrible la impresión que la dama creyó morir. La tranquilizaron diciendo que se trataba de una alucinación causada por los nervios. A la mañana siguiente se había recobrado ya. Pero unas semanas más tarde se le informó oficialmente que el 17 de marzo, siendo las 2:50 de la tarde, Honorato de Boisleve recibió una bala en la cabeza durante el asalto a Puebla y murió al instante. La diferencia de horario se explicaba por la de los meridianos, puesto que en América sale el sol unas siete horas antes que en Europa.
Una noche de 1880, Lord Dufferin despertó sobresaltado en una casa de Irlanda a donde había sido invitado. Se asomó a la ventana y vio en el jardín a un hombre que se tambaleaba bajo el peso de un ataúd. Lord Dufferin le preguntó airadamente qué hacía a hora tan tardía. El hombre le levantó la cabeza y mostró una expresión horrorosa. Diez años más tarde, Dufferin se encontraba en París. En el momento de entrar en el ascensor del Grand Hotel retrocedió al reconocer en el ascensor al hombre que lo asustó aquella noche en Irlanda. Se negó a subir. Fue a la gerencia a indagar sobre la identidad de aquel misterioso individuo. Nadie lo conocía. Y mientras hablaba con el empleado, un espantoso ruido estremeció el edificio. Acababa de desplomarse el elevador desde el quinto piso, matando a todos sus ocupantes.
Otros santos que también abandonaron la tierra en algún momento y permanecieron suspendidos a corta distancia del suelo, sin realizar grandes prodigios fueron Francisco de Paula, Francisco Javier, Tomás de Villanueva, Ignacio de Loyola y Luis Beltrán. Casi todos ellos vivieron en los países más católicos, como eran Italia y España, pero también conserva la historia casos sucedidos al otro lado del Atlántico.
Al venerable Antonio Margil, franciscano que vivió en Guatemala y en la Nueva España en el siglo XVIII, se le atribuye una singular aventura que sería presenciada por el padre Jerónimo García.
Se había presentado éste en la capilla para llamar a la primera misa del día cando sintió una corriente de aire. Levantó la mirada y vio al padre Margil, los brazos abiertos, dando vueltas por la bóveda como un pájaro buscando la salida del lugar donde lo encerraron.
En cuanto al caso muy especial de Teresa de Ávila, ella misma se ocuparía de reseñarlo en las memorias de su vida. Y su Acta Sanctorum se encargaría de confirmar sus numerosos vuelos, algunos de los actuales serían presenciados por el padre Bruno. La santa había sabido mantener en secreto sus habilidades. Sus compañeras del convento fueron discretas y jamás dijeron nada de lo que vieron, pero llegó el día en que todo se descubrió.
Durante una misa celebrada por el obispo Álvaro de Mendoza, las religiosas escuchaban detrás de un orificio abierto en un muro de la iglesia. El obispo descendió lentamente del altar, seguido por sus acólitos, para entregar la hostia a las monjas. En el momento de hincarse Teresa, iluminó su rostro una expresión de beatífica dicha.
Siguió un grito de pánico al sentir que se elevaba sin poder evitarlo. Y mientras el obispo le tendía la hostia, la religiosa ascendió hasta perderse de vista. En el momento de perder contacto con la tierra, intentó resistirse, pero aceptó finalmente lo que muchos consideraban un milagro.
Otros Casos Igualmente Interesantes
El famoso novelista francés Alejandro Dumas contaba que su padre el general Dumas murió el 26 de febrero de 1806 en la población de Villers-Cotteret cuando el tenía cuatro años. Aquella noche, él y su prima fueron despertados por unos fuertes golpes. La joven se levantó asustada. El niño la imitó y, tomando una vela, fueron los dos al piso de abajo. Al preguntar Alejandro a su prima que podía causar aquellos ruidos, contestó ella que era su padre, que informaba así que acababa de morir y venía a despedirse de ellos.
Algo por el estilo le sucedería después a Walter Scott, el gran novelista escocés autor de Ivanhoe. Vivía en una casona de Abbotsford, que había sido decorada y amueblada por su gran amigo George Bullock. El 30 de abril, Scott escribió a Daniel Terry, amigo de ambos, para decirle que lo había despertado la noche anterior un ruido violento, pero que no pudo hallar al culpable. Días después contestaría Terry: Bullock murió en el preciso momento de producirse los ruidos sobrenaturales.
Giuseppe Cavagnaro era estudiante en 1899 en la ciudad de Génova. Una mañana repasaba una lección de griego cuando se abrió una puerta y entró una joven n camisón, de largos cabellos castaños. Dedicó una sonrisa a Giuseppe y penetró en una habitación contigua, donde se encontraba el padre del estudiante. Como éste preguntase más tarde por la desconocida, el padre no supo que contestar. Buscaron los dos por toda la casa. Nadie había visto a la joven. Consultaron el caso con los vecinos y vinieron a enterarse de que el año anterior había muerto en la habitación del estudiante una muchacha idéntica a la descrita por el estudiante, en circunstancias dramáticas.
El pintor belga Jean Laudy visitaba a unos amigos en la población minera de Charleroi. El pintor preguntó a quién pertenecía la mano que se agitaba a los lejos, como diciendo adiós. Sus amigos nada vieron. Debía ser una ilusión óptica. Pero días más tarde, Laudy recibía una carta desde Charleroi. En el mismo lugar donde vio agitarse una mano como despidiéndose se había suicidado un joven dos días antes.
El pintor Toulouse-Lautrec vivió durante su niñez en el castillo de Boussagues, en el sur de Francia, que pertenecía a partir de 1890 a la congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia. El pintor murió el 9 de septiembre de 1901, a la edad de treinta y siete años. Su madre recibiría más tarde una carta firmada por cierta sor Delfina. decía que solía visitar el castillo un hombre vestido de blanco, de corta estatura y larga barba negra, quien se dirigía a ella para pedir un vaso de coñac. Al no ser atendida su petición, se alejaba furioso, deteniendo a su paso el péndulo del reloj.
Otra aparición famosa sería la de Arthur Conan Doyle, cuyo espíritu airado se presentaba en la casa donde antes vivió para protestar por la instalación de un elevador. También sería recordado el fantasma visto en el campo de batalla delga durante la Primera Guerra Mundial. Era un extraño guerrero envuelto en una luz, montado en un caballo blanco, que levantó su larga lanza en dirección a los soldados alemanes. El extraordinario espectáculo sería contemplado por miles de combatientes de ambos bandos. Los ingleses dirían que era San Jorge en persona, que llegó el 28 de agosto de 1914 en su ayuda, en el campo de batalla de Mons.
También en la Primera Guerra Mundial ha llegado la historia de cierto Ostrovsky, que huyó con su familia de Rusia, durante la Revolución de Octubre, y llegó a un hotel de París. La primera noche, escuchó unos pasos y vio a un oficial francés tomar asiento en un sillón, sacar un arma y dispararse un tiro en la cabeza. El joven Ostrovsky corrió en busca de ayuda. Encontró a un empleado que no pareció impresionarle con la noticia. Acompañó al ruso al cuarto. Nadie había en el sillón. Explicó que un capitán francés se había suicidado en el mismo cuarto la semana anterior y que aparecía de vez en cuando.
Pero de todos los casos conocidos de visiones fantasmales, tal vez el más curioso haya sido el sucedido en 1901 en Versalles.
Era Una Calurosa De Verano
En ciertas ocasiones todavía es posible ver reflejado en uno de sus espejos la figura agresiva de Goerges Clemenceau, artífice de la victoria aliada sobre los alemanes y encargado en 1919 de negociar el llamado Tratado de Versalles. Pero ver los fieros bigotes de aquel político a quien apodaron el Tigre no se compara con lo que tuvieron ocasión de contemplar 18 años antes, en el mismo palacio, dos maestras inglesas: Carol A. E. Moberley y Emily F. Jourdain.
Habían llegado a Versalles y recorrieron sus jardines por todas partes. Finalmente, se sintieron fatigadas y buscaron un guía que les indicase la salida. Pero no sólo no encontraron a nadie, sino que sintieron una extraña quietud en el aire. Se encontraron de pronto con dos hombres vestidos a la moda de fines de siglo XVIII. Las dos inglesas supusieron que iban a una fiesta de disfraces. Les preguntaron por la salida. No recibieron ninguna respuesta. Siguieron su camino y pasaron cerca de una casa, a cuya puerta vieron a una jovencita y una anciana, ataviadas también a la moda de un siglo antes.
Fueron desfilando otras personas igualmente con ropas como las usadas en los tiempos de Luis XV... Finalmente llegaron a la puerta de salida y se encontraron fuera de los antiguos dominios reales. Tomaron el primer tren y llegaron a Inglaterra. Cada una de las misses escribió entonces cuanto vio y se lo dio a leer a su compañera. Coincidían los relatos. No había sufrido una de ellas alucinaciones, sino que habían contemplado el mismo fenómeno.
Regresaron tres años más tarde a Versalles, para examinarlo todo con calma. No encontraron a nadie disfrazado, ni tampoco algunos edificios que vieron la primera vez. Se dedicaron entonces a estudiar la historia de Versalles, juntaron material informativo y escribieron aquella tarde de agosto de 1901. Si creían que iban a burlarse los lectores de sus impresiones, traducidas en forma de libro, se equivocaban, porque comenzaron a recibir cartas y confidencias de personas que vivieron aventuras semejantes a la suya.
Por ejemplo, el señor John Crooke, su esposa Kate y su hijo Stephen les dirían que en 1907, cuando vivían en la calle de Maurepas, frente a los jardines de Versalles, vieron una vez que el parque y el palacio perdían el aspecto de todos los días y adquiría un aspecto fantástico, como si los contemplasen a través de un cristal deformado. Incluso tuvieron ocasión de ver personas ataviadas a la moda de fines del siglo XVIII.
En 1982, dos jovencitas inglesas. Claire Burroughs y Anna Lambert, visitaban el templo del amor, situado a corta distancia de Petit Trianon, cuando vieron a un anciano vestido con un antiguo uniforme militar. Fueron las dos a verlo de cerca, pero el personaje se desvaneció de pronto en el aire, misteriosamente.
En 1949, una tal Miss Bassett, que visitaba también el Petit Trianon, observó la presencia de unos personajes vestidos a la usanza de hacía siglo y medio, que desaparecieron de pronto. Lo mismo sucedió el 21 de mayo de 1955 con el matrimonio inglés que presenció el paso de varios seres fantasmales por el jardín.
En las inmediaciones de Versalles se encuentra un extenso bosque que en los tiempos anteriores a la llegada de las legiones romanas tenía fama ya de estar embrujado. Allí realizaban sus prácticas hechiceras los sacerdotes druidas.
¿Dominan en la región de Versalles condiciones muy especiales consecuencia de yacimientos subterráneos de materiales magnéticos, por ejemplo, que logran influir en la cuarta dimensión y proyectar desde el pasado visiones ya desaparecidas? Lo más extraordinario del caso de los fantasmas de Versalles es que sólo han sido vistos por súbditos de Gran Bretaña. ¿No es esto muy extraño?.
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23 comentarios
jajaja
IDEM
eso depende de quien lo piense.
idem + 1 por lo tedioso de tu post!
...opino lo mismo
Esta bien pondre fotos en un rato edito
jaja lo mismo digo, pero despues me doy una vuelta y lo leo
ovnis si, todo lo demás... NO
JAJAJAJAJA
entra a un fotolog, para que entras a taringa.... o comprate un paquete de figuritas
te fuiste al carajo con las fotos
Z s h